1) Busca un sitio cómodo para leer: un sillón, una cama, un prado bucólico. O no: también puede servirte cualquier lugar, por inadecuado que sea. Porque las páginas de este libro te harán sentirte igualmente incómodo. 2) Lee un relato al día; dos, como mucho. De esa dosis en adelante, la responsabilidad es sólo tuya. 3) Ten en cuenta que Uxue Apaolaza es una escritora joven y vasca, pero que, aun así, y aunque parezca mentira, no hace literatura buenista. No lo coloques, en la estantería, junto a los libros de Paulo Coelho o Kirmen Uribe; no lo leas, qué sé yo, mientras escuchas el último disco de Coldplay o de Alejandro Sanz. 4) Que lo sepas: las pollas de Uxue Apaolaza se ponen gordas, no se levantan o se ponen duras, como suele ser habitual en la literatura vasca. 5) No sigas estas instrucciones: esta es la única regla que tienes que cumplir sin falta. 6) Pero recuerda que, al cerrar el libro, debes perder la esperanza de regresar a la dulzura del mundo real.
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