Los grandes sabios han invitado a indagar aquello que creyeron esencial para una vida plena: buscar la verdad, amar al prójimo, fomentar la sabiduría, descubrir el sentido de la historia, buscar a Dios. Cumplir con este trabajo ha ocupado en toda época a la teología cristiana, desde los padres de la Iglesia hasta los grandes teólogos del siglo pasado.
Esta obra es una invitación a descubrir desde el interior al cristianismo, cuyo origen está en el acontecimiento histórico de Jesucristo y cuya propuesta es un particular estilo de vida y de verdad.
La experiencia de millones de seres humanos que durante años han pensado y vivido el cristianismo testimonia que se trata de una verdad intelectualmente pensable y habitable, que su práctica es amable y realizable, y que continúa siendo un camino abierto y transitable para buscar al Dios de Jesús.
Invitar al cristianismo es, definitivamente, invitar a pensar y a obrar bien ante Dios, a pensar y obrar bien con el hombre.
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