En La casa de la luna se relata la historia de Dafne, hija y nieta de pastores metodistas del Ejército de Salvación irlandés. De niña, Dafne recorre con su familia los suburbios de Belfast para repartir té y bocadillos a las personas desfavorecidas y alegrarles el alma con sus representaciones teatrales y su música. Al llegar a la adolescencia, Dafne se rebela contra esa vida impuesta y se propone vivir como una adolescente de su época, lo que causa un terrible drama familiar. Al cumplir la mayoría de edad, se casa con un hombre indio con grandes problemas de adicciones, por lo que el matrimonio resulta un fracaso, y aun así le acompaña en un viaje a la India y allí él le abandona. Dafne busca la manera de sacar partido de la situación y se va como cooperante a un hospital de Sri-Lanka. A su vuelta, Dafne viaja a España y se instala en una casa en la sierra malagueña a la que bautiza como La casa de la luna, que convierte en lugar de convivencia de un grupo de amigos. El planteamiento de la novela es muy original y los personajes secundarios son sorprendentes, tales como Marcia, una abuela generosa que teje cobijas para los menesterosos; María, una gitana entrañable que vende romero en la catedral de Málaga; Goran, un médico despiadado; Suzanne vieja amiga que se ha sobrepuesto al suicidio de su marido; Javier, un amor apasionado; Paola, sustituta temporal de un pintor de almas; Charlie, el compañero que llegó para quedarse, como Cirio, su perro o Eva, el bebé que adoptaron una noche de tormenta